Las fajas pueden ayudarte a moldear y realzar la figura auténtica de tu cuerpo, pero siempre será necesario elegir la adecuada para obtener buenos resultados y lucirlas de manera estética, cómoda y segura.

Todos los extremos pueden ser nocivos, es por eso que te recomendamos usar la talla correcta en tus prendas moldeadoras; si es más pequeña podría ocasionarte diversas afecciones de salud, causar el deterioro anticipado de la prenda gracias a que se le genera una elongación excesiva, la cual no permite garantizar su calidad, además, puede ocurrir que la prenda forme marcaciones poco estéticas y visibles con la ropa; igualmente si es una talla más grande podría no generarte los resultados esperados.

Ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

Antes de colocarte la prenda verifica que esté en perfecto estado.
Cerciórate de que tus manos estén limpias y secas.
Evita utilizar anillos, manillas o cualquier elemento punzante al momento de colocarte la prenda.
Hala la prenda desde las partes laterales, para evitar ruptura en los tejidos, telas y costuras.
Verifica que el gafete esté abrochado correctamente.
Suspende su uso si presentas alergias o reacciones en la piel.
No usar durante el embarazo.
No usar si sufres de asma, hipertensión, enfermedades del colon o de la piel.
Ponerte tus fajas de la forma correcta te ayudará a lucirlas mejor, sentirte más cómoda, resaltar tu belleza y evitar deterioros causado por malos usos. 

Con el uso de las fajas podrás aplicarte cremas corporales, geles reductores o aceites, siempre y cuando te cerciores de que tu piel esté completamente seca antes de colocarte la faja, para evitar humedades que podrían afectar tu salud y el estado de la prenda.

Lo ideal es que por higiene siempre uses ropa interior debajo de tu faja, en caso de que decidas no hacerlo, te sugerimos utilizar un protector íntimo, colócalo sin retirar el adhesivo para que no se pegue a la faja. Además, te sugerimos que la prenda intima que uses sea discreta para evitar que se enrolle y genere marcaciones; con estas recomendaciones podrás manipular mejor tus prendas para mayor comodidad a la hora de ir al baño

En esta etapa es fundamental tener mínimamente dos fajas, para que puedas cambiártelas y asearlas cuando sea necesario y así evitar afecciones por los fluidos corporales retenidos en la prenda. Esto también será de gran utilidad cuando debas ajustar la talla de tus fajas, pues puedes hacerlo una por una sin tener que suspender su uso.

Te recomendamos lavar tus fajas de manera periódica, idealmente luego de cada uso, aunque según las condiciones de tu cuerpo, para qué la uses y por cuánto tiempo al día, podrás definir un tiempo de lavado diferente, por esto es indicado que tengas mínimamente dos prendas para generarles la asepsia adecuada sin necesidad de suspender su uso.

- Lávalas a mano con agua fría y jabón neutro o si es a máquina introduce la prenda en la bolsa especial de lavado.
- No uses blanqueadores.
- No las retuerzas.
- No uses secadoras, déjalas secar a la sombra.
- No las planches.